Del latín a los romances

Siempre se dice que las lenguas romances (castellano, portugués, gallego, italiano, rumano, catalán, francés) son hijas del latín. Bueno, más que hijas son nietas, pues entre el latín y su conformación actual han experimentado la influencia de otras lenguas (en el caso del español, por ejemplo, del árabe) y han evolucionado mucho.

Sin embargo, haciendo un ejercicio de arqueología lingüística es posible constatar una línea de evolución bastante nítida del latín culto al latín oral evolucionado, ese protorromance que cada vez se distanció más del latín y que dio lugar a las diferentes lenguas romances.

Como sé que es mucha información, intentaré en esta entrada dejar claro los principales cambios:

1. En el sistema fonológico (de los sonidos):
  • El sistema de 5 vocales dobles basado en la duración (vocal larga o breve) dio lugar a un sistema basado en la intensidad y en el que el punto de articulación de las vocales breves, que se escuchaban menos, se volvió vulnerable a cambios (algunas vocales se perdieron, otras cambiaron de punto de articulación y otras dieron lugar a diptongos). 


  • El sistema de consonantes vivió varios cambios:
  1. SONORIZACIÓN: Las consonantes oclusivas sordas (la bilabial [p], la dental [t], y la velar [k]) evolucionaron, entre vocales, hacia su versión sonora (de [p] = [b]; de [t] a [d] y de [k] a [g]).
  2. RELAJACIÓN ("lenición"):  Las consonantes oclusivas sonoras (la bilabial [b], la dental [d], y la velar [g]) relajaron su pronunciación entre vocales y desaparecieron. 
  3. YOD: la vocal "i" breve se volvió semiconsonante y arrastró a su sonoridad palatal a otras consonantes cercanas. De esa "palatización" nacieron nuevos sonidos: "y", "ñ", "ch", "z" que no existían en latín (al menos, no en latín culto).
Lista de transformaciones léxicas del latín culto al castellano

2. En el sistema morfosintáctico el cambio más dramático fue la evolución de una lengua sintética, basada en "casos" (nominativo, acusativo, genitivo y ablativo, fundamentalmente) a lenguas basadas en el orden sintáctico (sujeto + verbo + objeto) y en "palabras gramaticales" (preposiciones, artículos, adjetivos demostrativos, etc.).  ¿Por qué? Una de las causas más probables es la evolución fonética del idioma, en la que los casos, esas terminaciones (desinencias) de las palabras, terminaron convergiendo en los mismos sonidos (us-, nominativo, y -um, acusativo, dieron "o"), lo cual impedía que siguieran cumpliendo su utilidad para distinguir funciones sintácticas. 

Otro cambio importante es el cambio de ORDEN en la relación entre el núcleo de significado y su especificación. El latín culto prefería el orden inverso al actual: Determinante + sustantivo ("amicae domus", es decir, "la casa de mi amiga") o objeto + verbo ("Amica gratias Deae agit", "La amiga dio las gracias a la Diosa"). Las lenguas romances, en cambio, van a preferir el orden actual: Sustantivo + determinante; verbo + objeto. Aún es factible decir "La amiga las gracias a la Diosa le dio", pero suena poético o poco espontáneo. 

Se multiplican las perífrasis verbales (dos verbos conectados para forman un significado unitario), lo cual da nacimiento a muchos de los tiempos verbales actuales, como todos los tiempos compuestos (he amado, había amado, habré amado, etc..). y también algunos tiempos simples que ya no percibimos como perífrasis. Ejemplo: "amaré/ás/á.." (futuro) viene de: "amar + he/has/ha, etc..". Y el condicional "amaría/as/a, ..." viene de "Amar + había/as/a".

En fin... son sólo algunas líneas maestras de esta evolución. Decía un maestro muy querido, el Dr. de Andrés, dialectólogo de la Complutense, que en realidad seguimos hablando latín, sólo que un poquito enmascarado, evolucionado. Pero que bajo el maquillaje de esos cambios, nuestra lengua seguía latiendo con corazón latino. 



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